De verdad, ¡no me esperaba un cumplido tan agradable como ser llamado un “paisano!”
Estaba comiendo en un asador en un resort en Cancún cuando el mesero me pidió el orden en inglés. Se me ocurrió lucir mis habilidades lingüísticas y responder en español (para practicar la lengua por la millonésima vez con ese acento mexicano y una velocidad prácticamente incomprensible). Me miró, me sonrió, y me confirmó la orden en su lengua, pero no antes de dejarme con ese cumplido. Supongo que no todos los días un niño asiático de repente habla español con cierta fluidez. ¡Si aprendí algo de este viaje, es que los años que pasé en la clase de español dieron su fruto!

Pero esta reseña no es sobre mi español. ¡Quiero que conozcan a Cancún, Yucatán, y Las Islas Mujeres––lugares que me gustaron no por el sol ni las playas, sino sus ciudadanos! Como mi guía Tony nos hizo saber, hay mexicanos cuya meta es engañar a los turistas, pero no justifica la noción que los mexicanos como un grupo son “malos.” De verdad, durante mi viaje allí, he visto tanto a los estafadores como a los trabajadores honestos.
Cuando llegas al aeropuerto de Cancún, los taxis son las únicas opciones, si no planeaste de antemano. Estas compañías de taxis conspiradoras han bloqueado el negocio de Uber en el aeropuerto, por lo que los conductores de Uber solo pueden dejar pasajeros, no recogerlos. Como el arte de negociar es una cultura oculta de México, regateamos un viaje de $56 en lugar de $85, para un viaje de 15 minutos. Ten cuidado.

La gente de Cancún es increíblemente agradable y, me sorprende que muchos de ellos no vean el turismo como una molestia ni un impedimento para su vida, sino más como una forma de ingresos y alegría. El capitán de mi bote de una carta de pesca local llamado Don Chingon ha estado en Cancún toda su vida; su asistente lleva 20 años allí. Ninguno piensa irse porque han encontrado una pasión en la pesca deportiva y ganan algo de dinero extra. Como señaló mi padre con humor, nos cobran por acompañarlos en el viaje mientras capturan el pez, lo enrollamos nosotros, y, al final, también se quedan con el pez que capturan. No me extraña que les encante, ¡a tales pescadores los turistas les pagan por practicar su pasatiempo! De manera similar, mi conductor de Uber, Carlos, me hizo saber que se mudó de Oaxaca a Cancún por la mezcla de culturas: sus vecinos en Cancún son de Cuba, y hay restaurantes de Japón y Hong Kong en las calles. A él también lo atrajo la vibrante industria del turismo.

Ubicada en el caribe mexicano (12 millas de Cancún), las Isla Mujeres es un destino donde se destaca la belleza natural: La Playa Norte y la naturaleza diversa. De verdad, en la Playa Norte––especialmente durante las fiestas––hay tanta gente que no queda espacio. El mar es claro, el sol es brillante, y el clima es cálido. ¡Pero lo que me fascinó es que la isla tiene 8 millas de largo y menos de 0.5 millas de ancho! Esta es la distribución de la isla: el lugar donde desembarcan los turistas está a una corta distancia a pie de Playa Norte, pero también está convenientemente justo en el centro de la ciudad. Hacia el centro de la isla, comienzan a verse las casas suburbanas, la pobreza, y las malas condiciones de vida. Sin embargo, la vegetación y los árboles altos a lo largo de las carreteras aumentan la impresión de pobreza. Al llegar al otro extremo de la isla (Punta Sur), se ven casas ricas y una costa que recuerda mucho a San Francisco.

Al borde del mar cristalino, había algunas casas de ladrillo, coloridas pero arruinadas. Dentro de estas casitas estaban los lugareños. Cuando miré hacia adentro, un perro pequeño se me acercó y parecía que estaba a punto de contagiarme con la rabia antes de que el dueño rápidamente le silbara y me hiciera un gesto de comprensión. Alguna gente local se reunió cerca de un restaurante; una muchacha estaba leyendo su libro encima del muro sobre las arenas rocosas y el agua salada. Todo esto me hizo preguntarme cómo la gente podía soportar vivir en una isla así. Si yo fuera uno de esos lugareños, pensé, estaría aprovechando mi primera oportunidad para irme. No me malinterpreten, la isla es hermosa en ciertas partes, pero su economía no es muy estable, hay tantas viviendas en ruinas y la isla se sentía muy estrecha… Así que me propuse averiguar cómo se gana la vida la gente en esta isla; entrevisté a una propietaria de un negocio llamada Yovi, cuyo supermercado estaba al borde de un callejón. Me dijo que en Isla Mujeres generalmente se observa el siguiente patrón: la temporada alta (de invierno a mediados de primavera) es cuando llegan turistas extranjeros como yo, y la temporada baja (de verano a otoño) es cuando vienen de visita, en su mayoría, residentes mexicanos. Yovi también confirmó que además del turismo Isla Mujeres depende en gran medida de la pesca y, por lo tanto, los locales sufren mucho cuando la temporada de lluvias es larga y abundante.

José Luis, un barbero que dirige uno de los miles de negocios abarrotados en el centro de la ciudad, comparó a Yucatán/Cancún con su isla. Mientras que Isla Mujeres depende en gran medida de la pesca, la península de Yucatán depende de los empleos industriales.

Desde Cancún, son 2-3 horas en auto hasta el corazón de la península de Yucatán, conocida por sus cenotes de agua dulce y la cultura maya. De hecho, Chichén Itzá, una de las “Nuevas Siete Maravillas del Mundo”, está aquí. Por favor, miren los videos con mi guía Tony, que documentan hechos interesantes del calendario maya y por qué se crea el ruido de un pájaro cuando se aplaude a cierta distancia del templo de Chichén Itzá….
Fuera de la selva, también conocí a tres mujeres mayas que trabajaban en un lugar turístico que mostraba la cultura maya en su forma verdadera, desde la comida hasta el arte y la vivienda. Las tres estaban sentadas cerca de una chimenea, preparando las tortillas más frescas que he probado en mi vida. Me hizo sentir un poco incómodo que algunos turistas las “estudiaran” e incluso les dieran propina por preparar las tortillas, por sabrosas que fueran. Me pareció un poco extraño porque casi parecía que fueron tratados como objetos y no como seres humanos. Pero para ellas, no “lo [ven] raro [trabajar allí] porque es como estar en [su] casita.” Sin embargo, me acerqué a ellas, las saludé con un “Ma’alob k’iin” (¡buenos días!) en maya, y les pedí que me mostraran sus técnicas secretas. Y como me interesaba, también me contaron los desafíos que enfrentan los mayas en la actualidad.
Las tres mujeres viven en el pueblo y tienen fácil acceso a necesidades básicas como la educación y la tecnología. Sus hijos solo necesitan caminar poca distancia para llegar a la escuela, y conducir a la ciudad para llegar a la universidad. Por otro lado, la educación es una manera de alcanzar la libertad en su vida actual, y quieren que sus hijos no trabajen como ellas sino que trabajen en industrias más modernas y avanzadas. Ayudar a sus hijos a integrarse a la economía es el gran reto que enfrenta la gente maya en su comunidad. Favor de ver mi entrevista con ellas aquí:
Fue un placer conocer a cada hispanohablante. Si tienes la oportunidad, debes viajar a Cancún tanto por su naturaleza como por los lugareños cuyas propias historias son fascinantes. Sí por nada más, ¡para aprovechar la oportunidad de practicar tu español!