El Hoyo es una película de miedo sobre una distopía futurista en España. El argumento de la película sigue a un hombre, Goreng (Iván Massagué), que decide dedicar seis meses de su vida en “el hoyo” para obtener un título universitario. “El hoyo” es una cárcel vertical con trescientos pisos. Cada piso tiene dos prisioneros, y en el medio del suelo, hay un hoyo. Encima de la cárcel, hay una cocina masiva. Cada día, los cocineros preparan comida rica para los prisioneros y la ponen en un ascensor. Después, el ascensor baja a través de los pisos, y para por dos minutos en cada piso para que los prisioneros puedan comer.
Siempre hay suficiente comida para cada prisionero, entonces en teoría este sistema es ético. Pero, la naturaleza humana crea muchos problemas. Cuando Goreng entra el hoyo, él está en piso 48 con un viejo, Trimagasi (Zorion Eguileor). Allí, él le explica la realidad del sistema. Los prisioneros que están en pisos altos son codiciosos y comen más de lo que ellos necesitan. Entonces, los prisioneros en pisos bajos hacen frente a un dilema moral: morirse de hambre o matar al compañero. En esta escena inicial, el director Galder Gaztelu-Urrutia usa Trimagasi para ilustrar los defectos del capitalismo, otro tipo de sistema que controla las vidas de todos las personas. Los prisioneros en los pisos altos son las personas de posición socioeconómica alta; La comida es un símbolo obvio del dinero y los recursos. En un mercado libre con el sistema de laissez-faire, las personas de esta clase pueden consolidar la mayoría de los recursos. Como resultado, otras personas sufren de la pobreza, igual que los prisioneros que sufren de hambre.
Afortunadamente, a diferencia del capitalismo, la riqueza generacional no existe en el hoyo. Una vez cada mes, se asignan a las parejas a otro piso. En el segundo mes, cuando Goreng se despierta, él está amarrado a su cama, porque ellos están en piso 148 y Trimagasi quiere comerlo para sobrevivir. Aunque Goreng aprende mucho de Trimagasi y ellos casi se hacen amigos, al final, Trimagasi no siente ninguna compasión por él. En este sistema, los prisioneros de los pisos diferentes no se relacionan muy bien, entonces ellos (particularmente los prisioneros de los pisos bajos) se desarrollan conflictos entre ellos, a diferencia de los prisioneros de los pisos más altos. Entonces, el problema nunca puede resolverse, y el trauma físico y emocional sigue extendiéndose por el grupo.
Un día, cuando una mujer que se llama Miharu (Alexandra Masangkay) llega a su piso con el ascensor, ella le ayuda a Goreng para matar a Trimagasi. Luego, él aprende que ella está buscando a su niña. Más tarde, en el tercer mes, Goreng está con una mujer que se llama Imoguiri (Antonia San Juan) en el piso 33. Ella tiene una idea controversial. Cada día, ella raciona su comida y les pide con gracia a los prisioneros debajo de ellos para racionarla también. A través de Imoguiri, Gaztelu-Urrutia introduce otro paralelo, esta vez con el socialismo. La distribución igual de comida en la cárcel es igual que la distribución igual de recursos en una sociedad. Pero, nadie sigue las órdenes de una persona como ella.
Inspirado por ella, Goreng trata de convencer a los otros, pero él usa violencia y amenazas. Después del mes, Goreng descubre que él está en piso 202 y Imoguiri se suicidó. Con ninguna opción, él también recurre al canibalismo. Pero, él mantiene su idea de distribución igual. En otro mes, él convence a su nuevo compañero a ir al ascensor para distribuir la comida igualmente. En el proceso, muchos prisioneros no quieren seguir sus reglas, entonces Goreng y su compañero tienen que lastimarse o matarse. Ellos también sufren mucho, y al final ambos también están muertos. Antes de su muerte, Goreng descubre a la niña de Miharu en el fondo de la cárcel, y decide ponerla en el ascensor para enviarles un mensaje a las personas de la cárcel. El papel de Goreng es similar al de los trabajadores en una revolución socialista. Para cambiar el sistema actual y crear un sistema socialismo, hay mucha sangre, violencia, y muerte. Al cabo, más personas sufren porque pierden sus vidas. También, los conflictos intermedios distraen del mensaje original. En la película, el objetivo de Goreng cambia de preservar la comida a salvar la vida de la niña; él también está distraído del asunto original.
De muchas maneras, “El Hoyo” refleja los problemas actuales que existen en España. Los estudios recientes muestran que España es uno de los países de la Unión Europea que tiene los niveles de desigualdad económica más altos. Los trabajos duros de los prisioneros representan a las personas verdaderas que están atrapadas en este sistema injusto.