La casa de papel es una serie que no tiene barreras lingüísticas. Es una de las series más impactantes en el mundo del drama español. Después de su debut en Netflix, ha provocado un fenómeno cultural con los disfraces de Halloween como los icónicos monos rojos y máscaras de Salvador Dalí. Estos símbolos se volvieron reconocibles por el mundo. La fusión de drama de robo, comentario social, y personajes carismáticos en La casa de papel ha creado un nuevo estándar para las series en un idioma distinto al inglés.
En mi opinión, la brillantez de la serie se centra en la narrativa y los personajes inolvidables. Para empezar, “El Profesor” es uno de los protagonistas. Él es el cerebro del equipo y se involucra con un juego de ajedrez mental con la policía. El Profesor siempre tiene un plan complejo e impredecible y por eso, cada episodio es una acumulación de tensión. Parece que cada movimiento policial tiene un contramovimiento del Profesor. Además, la serie también muestra otros personajes ambiguos moralmente como Tokyo y Nairobi y genera empatía con estos llamados criminales que tienen muchos defectos. Por ejemplo, Tokyo, la narradora, es imprudente e impulsiva. Pero, muchas veces, ella muestra un gran sentido de lealtad excepcional con sus amigos. También la caracterización de Nairobi deja a la audiencia comprender sus motivaciones detrás del atraco: para mantener a su niño de tres años. Nairobi tiene características amorosas de una madre y trata a Río como si fuera su hijo. En fin, el nivel de complejidad y detalle en cada miembro del equipo de ladrones crea una experiencia fenomenal.
El valor social de la serie se vuelve evidente cuando, en los dos atracos a la Real Casa de La Moneda y al Banco de España, la narrativa cambia de un simple robo de dinero a un acto de desafío público contra un gobierno autoritario. Es muy claro que las motivaciones de los ladrones exceden solo el dinero. Luchan contra las disparidades de riqueza y la opresión económica también. Algunos los comparan al Robin Hood que roba del rico para dárselo al pobre. Durante todo el atraco, la policía actuó con brutalidad. Por ejemplo, ellos apagaron las voces de disidentes y también usaron la tortora física y mental para obtener información de Rio. En esta narrativa, los ladrones son humanos y es el sistema de gobierno que no es humano.
Aunque La casa de papel es apasionante, también tiene defectos. Los espectadores a menudo sienten que los recursos argumentales son repetitivos. Además, el doblaje en inglés no capta el impacto emocional de algunas escenas importantes. Aun así, La casa de papel es única en su habilidad de captar los sentimientos y las motivaciones de los “criminales”. La casa de papel lleva cuestiones de libertad, lealtad, y justicia en una trama interesante. ¡Sin duda vale la pena!
Bibliografía:
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Martínez, Juan Esteban. “¿Vale La Pena Ver La Casa de Papel?” Teleantioquia, 7 Aug. 2024, www.teleantioquia.co/noticias/vale-la-pena-ver-la-casa-de-papel/.