A lo largo de la historia latinoamericana, la corrupción del gobierno ha afligido a varios países de esta región. El caso más reciente ha sido Guatemala, donde al presidente Otto Pérez Molina se le ha acusado de “asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera.” El grupo de personas dentro del gobierno con que él trabajó ilegalmente se conoce como “La Línea.”
Aunque Molina había negado todas las acusaciones, para el 3 de septiembre del 2015, la evidencia aumentó tanto que Molina tuvo que renunciar el puesto de presidente, dando a conocer sus intenciones de quedarse en el país y presentarse ante la justicia. El día siguiente, el Congreso de Guatemala le retiró la inmunidad para que fuera investigado por corrupción. Es la primera vez que esto ocurre en Guatemala. Para asegurarse de que Molina no saliera del país antes de ser juzgado, lo pusieron en la prisión hasta el juicio. Su abogado dice que la detención es injusta porque la evidencia contra él se juntó antes de la retiración de la inmunidad, pero hasta ahora no se ha liberado al mandatario.
Molina no fue la única persona involucrada con La Línea. Pocos días antes del arresto del presidente, la vicepresidenta, Roxana Baldetti, renunció su puesto porque los investigadores descubrieron que ella había cometido los mismos delitos que ahora se alegan contra Molina. Por eso, cuando los guatemaltecos supieron que su presidente también abusaba de su poder, hubo muchas protestas en las calles. Les enfurecía que Molina tuviera la culpa por el hecho de que faltaba dinero para mejorar la infraestructura guatemalteca (el sistema educativo y las calles, en específico). A pesar de la indignación que inspiró, Molina se quedó en Guatemala. Afirma que es inocente, y le echa la culpa por los problemas económicos a las compañías que no pagan impuestos. El país no le cree y no parece que lo vaya a perdonar.
Es aún menos probable que el juez y el jurado lo declaren inocente ya que hay mucha evidencia de cohecho y corrupción como los mensajes de correo electrónico entre miembros de La Línea que lo mencionan. La CICIG (Comisión internacional contra la impunidad de Guatemala) es una organización de las Naciones Unidas que ayuda al gobierno de Guatemala a luchar contra el crimen y la corrupción. El presidente de La CICIG, Iván Velásquez, y la fiscal general de Guatemala, Thelma Aldana, fueron los primeros que acusaron a Molina de ser líder de La Línea. Llamaron por el juicio de Molina después de la retiración de la inmunidad porque tenían mucha evidencia sobres sus delitos. El juicio todavía no ocurre pero el juez, Miguel Ángel Gálvez, ya ha decidido que es justo detener al ex-presidente en la prisión.
A pesar del incidente desafortunado del encarcelamiento de un ex-presidente, se espera que la suerte de Guatemala mejore. La elección para un nuevo presidente va a ocurrir este mes (octubre, 2015), y hasta entonces Alejandro Aguirre seguirá sirviendo de presidente. Desde que Molina fue acusado de ser parte de La Línea, se ha identificado a 158 personas más del grupo. Es posible que con el arresto del presidente corrupto y otros involucrados en este escándalo, Guatemala tenga un mejor futuro.
Nota del editor: A finales de octubre del 2015 se elegió al nuevo presidente. Véase el siguiente artículo: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/26/actualidad/1445824124_082191.html .
Fuentes:
<1>http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150903_renuncia_perez_molina_guatemala_corrupcion_aw
<2> http://www.cicig.org/index.php?page=sobre
<3> http://elperiodico.com.gt/2015/09/03/pais/otto-perez-molina-con-orden-de-captura-por-caso-la-linea/
<4>http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150908_guatemala_juicio_perez_molina_an
<5>http://www.telesurtv.net/news/Juez-decidira-hoy-si-realiza-juicio-contra-Perez-Molina-20150908-0019.html
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