Todo el mundo reconoce la música y el baile dramático y apasionante que se llama el tango. La historia del tango empezó en las comunidades pobres de Buenos Aires, Argentina, donde los trabajadores en los puertos organizaban milongas, reuniones en que se hacía un baile popular de la región de la Plata. Las milongas eran muy importantes en la cultura de las comunidades, y a los niños sólo se les permitía bailar en las milongas después de hacerse muy proficientes. Por eso, los chicos practicaban por muchos años en secreto antes de asistir a una milonga.
Un evento típico empieza con los hombres y mujeres sentados en los dos lados de una pista de baile. Luego, cada hombre le invita a bailar a una mujer con un movimiento discreto, y la mujer acepta la invitación con un movimiento de la cabeza. Esta interacción, que se conoce como el capa sello, asegura que el hombre nunca esté avergonzado en público si una mujer no quiere bailar con él.
Hay tres tipos de baile en el tango. El tango es una forma con ocho tiempos por medida, el vals consiste de tres tiempos por medida, y por último, la milonga, el nombre de una forma de baile también, tiene ocho tiempos por medida, pero se lleva a cabo más rápido que el tango. Por eso, los movimientos de la milonga son muy rápidos y se tardan más tiempo para dominar. En las reuniones de las milongas, el pinchadiscos o la orquesta toca la música en el patrón de dos tundas, o series, de tango, una tunda de vals, dos tundas de tango, y finalmente una tunda de la milonga. Entre las tundas, se tocan cortinas, música moderna para relajar a las parejas.
Un bailarín de tango tiene que mantenerse conectado con tres entidades esenciales: la música, la pareja, y los demás bailarines. Cuando la música empieza a tocar, los mejores bailarines pueden identificar al compositor y adaptarse al ritmo. Por ejemplo, para bailar la música de Rodrigo Favela, un compositor famoso del tango conocido por sus tiempos rápidos, se necesita realizar pasos rápidos y destacados. La música de otro músico, Osvaldo Pugliese, el rey del drama, requiere unos movimientos lentos, románticos, y dramáticos. Cada pareja de una milonga mantiene la misma distancia con respecto a las otras parejas, y todos se mueven juntos, como perlas en un collar.
Nuestra profesora de matemáticas, la Sra. Stahl, empezó a bailar tango hace más de diez años, y todavía lo practica. Según la Sra. Stahl, el tango no existe para agradar a la audiencia. Al contrario, ella cree que el tango es único por la conexión creada por la pareja y es una sensación que no se puede reproducir en ninguna otra actividad.