Muchas veces puedes leer en los periódicos cosas como “los inmigrantes están robando nuestros propios empleos” y noticias similares. Sin embargo, cada historia tiene dos lados, y esta historia no es tan simple.
Fui a una exposición en San Francisco que se llama Mexicanos al grito de guerra. El tema era la frontera entre México y los Estados Unidos. Había un poquito de todo: pinturas, murales y collages. Todos eran únicos aunque tenían el mismo mensaje: una crítica contra la avaricia y los efectos del capitalismo americano.
Aunque los inmigrantes que están en los Estados Unidos y las personas que todavía están en México parecen grupos diferentes, ambos sufren los mismos problemas. Por ejemplo, el New York Times recientemente proclamó que la ciudad de México era el mejor lugar turístico del país. Por lo tanto los precios en la región subieron, y mucha gente tuvo que mudarse porque las cosas costaban demasiado. El turismo afectó desigualmente a la gente más pobre; muchas personas perdieron sus trabajos y casas. Por otro lado, muchas personas de San Francisco también están sufriendo el mismo problema. Cuando la renta subió, eran las personas más empobrecidas las que tuvieron que mudarse y empezar una vida de nuevo. Esto refleja la idea de que las personas tienen las mismas experiencias y problemas en cualquier lado de la frontera.
Los artistas de esta exposición han creado imágenes y pinturas que tienen, a propósito, personajes ambiguos. Al mirar esas pinturas, la audiencia tiene que decidir si las personas son de México o de los Estados Unidos. Esa ambigüedad simbólica es importante porque desconstruye muchos estereotipos negativos; las personas y sus pruebas son lo mismo, independientemente de su ubicación geográfica. No debemos pensar que los Estados Unidos está peleando contra los inmigrantes o visa versa, sino que debemos enfocarnos en cómo podemos pelear contra la avaricia excesiva que oprime a esas personas.
El problema central no es que los inmigrantes esten huyendo hacia los Estados Unidos, sino que la presión económica y la política neoimperialista están rompiendo familias y empujando a las personas a cruzar la frontera. No es que los inmigrantes crucen la frontera, sino que la frontera los cruza a ellos. Para hacer hincapié en la hipocresía de los Estados Unidos, un tema ubicuo en el arte es la avaricia de las corporaciones estadounidenses.
Un ejemplo concreto de esa critica es la pintura Mexicanos al grito de guerra de Antonio Aguirre Le Marke. Los colores rojo, azul y blanco, y la Estatua de la Libertad normalmente representan la libertad que ofrece los Estados Unidos. Sin embargo, en el cuadro la Estatua de la Libertad parece un esqueleto, insinuando que para los inmigrantes la única manera de obtener libertad es muriendo. Además, refleja la ironía de que los estadounidenses pueden cruzar la frontera cuando quieren pero los mexicanos, que trabajan en el campo y tienen el peso de un poste en su espalda (que representa el trabajo manual), no tienen ese lujo.
En resumidas cuentas, la exposición tiene muchas obras con un mensaje muy fuerte. Hace a la audiencia pensar en cuál es el problema real y darse cuenta de que al final todos somos seres humanos. Si tienes pensado pasar un día en San Francisco, pon esta exposición en tu agenda. Te va a encantar.
Fuentes:
Burnett, Victoria. “52 Places to Go in 2016.” The New York Times 7 Jan. 2016: n. pag. The New York Times. Web. 21 Feb. 2016. <http://www.nytimes.com/interactive/2016/01/07/travel/places-to-visit.html?_r=0>.
Le Marke, Antonio Aguirre. Mexicanos al grito de guerra. N.d. Silk Screen. San Francisco.