El acuerdo comercial anterior entre México y los Estados Unidos se llamaba TLCAN (NAFTA). La legislación relacionada al TLCAN fue aprobada en 1994 e incluía a Canadá. El propósito de este acuerdo era eliminar los obstáculos comerciales y apoyar las economías de los tres países porque, en teoría, la reducción de las barreras comerciales aumenta la competencia y estimula el crecimiento económico. El acuerdo tuvo un impacto positivo en la economía mexicana, especialmente en el norte del México. La industria automotriz, por ejemplo, prosperó. La exportación de automóviles aumentó aproximadamente 12,6% cada año y todas las exportaciones mantuvieron un crecimiento promedio de 12,6% anual. Aunque el acuerdo tenía beneficios, también había desventajas. El salario mínimo de México es muy bajo. Muchos empleados de fábricas mexicanas ganan menos de $10 por día y por esta razón los productos de México cuestan menos que los productos estadounidenses. A consecuencia de esto, el EPI (Instituto de Política Económica) calculó que los Estados Unidos perdieron 700.000 trabajos.
Mientras las fábricas de autos mexicanos prosperaban, las empresas estadounidenses como General Motors sufrían. Durante su campaña para presidente, Donald Trump, se presentó como “el amigo de empresas americanas”. Por eso, el presidente Trump apoyó la legislación para proteger la industria estadounidense y la eliminación del primer TCLAN.
Después de un año de peleas entre Trump y el congreso democrático, Trump formuló un nuevo acuerdo. Hace pocos meses, Donald Trump, Enrique Peña Nieto de México y Justin Trudeau de Canadá aceptaron este nuevo acuerdo. Todavía se llama TCLAN/NAFTA, aunque Trump quiere cambiar el nombre. El nuevo Acuerdo de Comercio es controvertido y todavía no ha pasado en el congreso. Los demócratas, liderados por Nancy Pelosi, no están de acuerdo con el nuevo TCLAN y dicen que no va a mejorar la situación de los empleados en Estados Unidos. Su posición es apoyada por el Sindicato de Maquinistas. El presidente de este gremio, Robert Martinez Jr., ha dicho que no puede apoyar el nuevo TCLAN porque no cambiará el salario bajo de los mexicanos ni impedirá la pérdida de trabajos en los Estados Unidos y Canadá. El TCLAN 2.0 también recibió reacciones variadas en el mundo empresarial. Muchos líderes empresariales en los EEUU ponen presión en el avance de un nuevo acuerdo, pero otros piensan que si México no hace algo por mejorar las condiciones de los trabajadores, el TCLAN nunca tendrá éxito.
El nuevo acuerdo propuesto incluye algunas restricciones nuevas para teoréticamente mantener un salario alto en el sector manufacturero. Va a requerir que un porcentaje de autos sea fabricado en zonas de alto salario mínimo, y así los trabajadores ganarán más, especialmente en México. También hay esperanza de bajar los aranceles. Ahora, México y Canadá pagan 25% por el acero y 10% por el aluminio, siguiendo las tendencias de Trump. Sin embargo, México se mantiene firme en que los EE.UU tienen que bajar estos aranceles.
Claramente, el nuevo acuerdo TCLAN está causando mucha controversia y requiere más negociación. Pero sigue corriendo el reloj porque, en las palabras de Jay Timmons, hay dos millones de trabajos en los Estados Unidos dependientes del comercio con México y Canadá. Ojalá que los líderes norteamericanos puedan llegar a un acuerdo.
Fuentes:
Brenner, Tom. President Trump, President Enrique Peña Nieto of Mexico, left, and Prime Minister Justin Trudeau of Canada held a ceremonial signing of the Nafta replacement on Friday in Buenos Aires. 30 Nov. 2018. New York Times.
“El Salario Mínimo de México para 2016 Será de 73.04 Pesos.” Expansión, 11 Dec. 2015.
“Los Ganadores y los Perdedores del NAFTA en México y EE.UU.” BBC Mundo, 1 Jan. 2014.
Molina, Federico Rivas. “Trump Se Despide de Peña Nieto en el G20 con la Firma del Nuevo Acuerdo Comercial.” El País, 30 Nov. 2018.
Thrush, Glenn. “Trump Claims Nafta Victory but Deal Faces Long Odds in U.S.” New York Times, 30 Nov. 2018, p. A11.