Frida Kahlo era una pintora muy famosa que nació en México en 1907 y murió en 1954. Muchas veces, ella usaba el simbolismo visual del dolor físico para explorar el tema del sufrimiento emocional, que era una idea que algunos pintores masculinos habían explorado pero algo que era relativamente nuevo para las artistas femeninas. Su soledad e interés en la identidad y el dolor son revelados en sus obras, y a menudo refutó los estereotipos de género y comunicó la naturaleza verdadera de las mujeres.
Frida captura su sufrimiento físico y emocional en “Autorretrato con collar de espinas y colibrí” (1940) y rechaza las ideas estereotípicas de la feminidad. Cuando tenía seis años, contrajo polio, lo que dejó su pierna derecha muy débil. También, un día, cuando estaba en un autobús después de la escuela, tuvo un grave accidente que la dejó gravemente discapacitada. El collar de espinas sirve como una representación del dolor físico que sufrió durante toda su vida. Además, esto representa el dolor emocional que experimentó después de su matrimonio fallido con el también pintor Diego Rivera. Después de diez años de lucha constante e infidelidad frecuente, ellos se divorciaron, y este retrato podría haber servido como un mecanismo de superación. En la pintura, un colibrí muerto, que representa el acto de enamorarse, la esperanza, y la suerte, cuelga del centro de su collar. Un gato negro, que se cree que representa la mala suerte y la muerte, se sienta sobre el hombro de la mujer, y un mono, un símbolo del mal, está a su derecha. Se supone que el mono es Diego Rivera: algunos dicen que él le dio un mono como mascota, y otros sugieren que este representa el romance tumultuoso entre los dos porque el mono está tirando del collar y está haciendo sangrar a la mujer. Aunque el colibrí a menudo sirve como un símbolo de buena suerte en la cultura Mexicana, el mono y el gato siniestros en el fondo de la pintura muestran la desafortunada realidad. Los dijes de su collar la están arrastrando hacia el fondo, aunque las mariposas en el cabello quieren levantarla. Por lo tanto, con las limitaciones físicas de su autorretrato, revela tanto el bagaje emocional como el físico que lleva consigo.
En la pintura “Frida y Diego Rivera” (1931), que fue pintada al comienzo del matrimonio, Frida revela su deseo de ser pasiva y de apoyar a su esposo, una idea que, en cierto modo, contradice sus creencias características. En lugar de centrarse en su identidad como pintora, muestra el talento de su esposo, a quien agarra de la mano. Rivera sostiene una paleta y pinceles mientras Kahlo se limita hacer un ornamento y se presenta sin su arte. Esto representa con precisión como el ojo público veía a la pareja: aunque Diego era famoso por su talento, Frida a menudo sólo era vista como la sombra de Rivera, una noción que finalmente cambió muchos años después cuando ganó fama internacional. Además, Kahlo está llevando un disfraz de una mujer mexicana tradicional: un chal rojo y unas cuentas aztecas de jade. Ella también se para a la izquierda de su esposo, indicando su menor estatus moral como mujer y enfatizando el retrato tradicional del matrimonio que afirma la estructura patriarcal de la familia. De hecho, Diego es colosal en comparación con Frida, lo que demuestra aún más su dominio y la subordinación de Frida en su relación, y por lo tanto, se aceptación voluntaria de subordinación. En resumen, en estas dos pinturas, Frida toma su inspiración de sus experiencias personales y su vida actual. Ella explora temas que son dolorosos: en su autorretrato, ilustra la lucha entre las mariposas, que quieren levantarla, y el hechizo, que la abruma, para representar su conflicto interno, y en la pintura de ella y Diego Rivera, muestra su compromiso con su esposo, a pesar de la infidelidad de Diego. De hecho, cuando ella estaba pintando este cuadro, Diego tenía una aventura con Helen Wills. Sin embargo, ella no parece afectada por las espinas alrededor del cuello y muestra coraje, aludiendo a la fuerza femenina inherente en la primera pintura, mientras que ella se retrata para ser completamente obediente a su marido en la segunda. En su vida, ella estuvo inspirada por las flappers de los Estados Unidos y Europa en los 1920s. En lugar de seguir los ideales tradicionales de lo que debería ser una mujer, ella admiró la identidad de las mujeres Tehuanas, quienes fueron tratadas como iguales a sus esposos y alabadas por su fuerza, sensualidad y exotismo. Entonces, es una sorpresa que parezca tan débil en comparación a su marido, lo que contradice la primera pintura y el mensaje detrás de la mayoría de sus pinturas, que muestra a una mujer que no se acobarda a pesar de las dificultades.
Fuentes:
https://www.widewalls.ch/frida-kahlo-self-portrait-with-thorn-necklace-and-hummingbird
https://www.fridakahlo.org/frida-and-diego-rivera.jsp
https://www.biography.com/news/frida-kahlo-bus-accident