El libro de Miguel de Cervantes Don Quijote de la Mancha está considerado como una de las mejores obras literarias de todos los tiempos. Cuando Cervantes publicó este libro en 1605, había muchos movimientos cristianos como la Inquisición Española. También en el siglo XVII, había muchos libros de aventuras caballerescas, un tipo de literatura que sigue las aventuras de un caballero en una búsqueda centrada en el amor y la gallardía. Por eso, muchas personas de este tiempo querían ser héroes, y a veces idolatraban las grandes aventuras. En su novela, Cervantes crítica los problemas de estos libros con un recurso literario infalible: la sátira.
En la novela, el protagonista es un hombre de 50 años, muy excéntrico y despistado. Él vivía en La Mancha, un pueblo en España, y siempre leía libros sobre caballeros y sus aventuras. En su mente, pensaba que él podría ser un caballero. Por eso, el hombre cambió su nombre a “Don Quijote” y encontró un caballo (Rocinante.) Después, le cambió el nombre a una joven campesina y la llamó “Dulcinea”, y decidió que ella era su amante. A través del libro, Don Quijote interactuaba con muchas personas diferentes para vivir su fantasía de ser un caballero andante.
Antes de la publicación de esta novela, los libros populares de este tiempo eran unidimensionales – solo se enfocaban el carácter, no en la mente del protagonista. También, los protagonistas eran jóvenes y talentosos. Estos libros eran maravillosos, pero ingenuos. Por el contrario, la novela Don Quijote era más realista y presentaba aspectos de la psicología del protagonista. La primera novela moderna, Don Quijote, es famosa por sus temas emocionantes y estimulantes, como la locura frente a la cordura, el idealismo y los cambios sociales. Sin embargo, los temas más importantes son la caballerosidad y el uso de la sátira por parte de Cervantes al tratar la caballerosidad. Cervantes escribió Don Quijote para debilitar la influencia de las novelas caballerescas. Él ridiculiza a las personas de sociedad que imitan a los personajes de los libros caballerescos y satiriza a las personas que idolatran estos libros.
Los capítulos de la primera parte son graciosos – Don Quijote continuamente hacía cosas locas en su búsqueda de aventuras. Ayuda a las personas que él cree necesitan ayuda, como los protagonistas de sus libros. Sin embargo, sus esfuerzos siempre resultan en desastre. Aunque don Quijote a veces era insensato, a través de la novela los lectores pueden ver que él realmente era un hombre con intenciones buenas – don Quijote sinceramente estaba preocupado por los ideales caballerosidad. Sin embargo, a pesar de su actitud empática, don Quijote continuamente fracasaba y no podía completar su aventura; por eso, eventualmente los amigos de don Quijote lo forzaron a regresar a su casa. A veces Cervantes usa la sátira para criticar los defectos de la novela caballeresca, y a la vez muestra simpatía por su personaje (don Quijote.) Aunque es posible analizar don Quijote como un elemento de la sátira – porque don Quijote parece ser un poco tonto –, las diferencias entre Don Quijote y los otros libros de este tiempo muestran que Cervantes tiene una perspectiva diferente. La sátira existe para criticar los aspectos unidimensionales de los libros de este tiempo.
Fuentes:
Cervantes Saavedra, Miguel De, y Florencio Sevilla Arroyo. Don Quijote De LaMancha. Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., 2019.