Hoy conocimos a nuestra guía cordobesa, María, que nos enseñó la judería, que era el barrio adonde fueron todos los judíos cuando los cristianos conquistaron Córdoba en 1236. El rey Felipe III fue tolerante y los dejó quedarse en este barrio. Los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, los expulsaron de la Peninsula Ibérica en 1492. María nos mostró la única sinagoga en Córdoba y una de tres en toda España. Nos enseñó sobre muchas de las figuras históricas importantes, como Ben Maimonides, de la época de la convivencia. Paseamos por el barrio viendo los bellos patios y admirando la arquitectura. Nuestra guía finalmente nos explicó muchísimo sobre la Mezquita de Córdoba. Los moros vinieron del norte de Africa en 711, y establecieron un califato en la ciudad de Córdoba, uno de los tres califatos del mundo árabe en el momento. La ciudad después se convirtió en la más grande de Europa. Construyeron la mezquita en el siglo VIII, siendo ampliada varias veces durante los siglos IX y X, Aprendimos que los Reyes Católicos cuando conquistaron la ciudad, sabiendo que ya había una iglesia anteriormente, construyeron una catedral en el medio de la mezquita. Fue una lección fascinante, viendo como las dos religiones, la islámica y la católica, colaboraron en la creación de este magnífico edificio.
Después de que María se despidió de nosotros, Chip nos llevó a un salón de té árabe, que se llama tetería. Mientras tomábamos nuestro té marroquí, leímos un artículo sobre cómo los musulmanes contemporáneos reaccionaron a un intento de ignorar la importancia de los musulmanes en España. Tuvimos una conversación muy interesante sobre este tema, y también tratamos de relacionar lo que habíamos aprendido con el atentado del 9/11 y cómo nos afecta hoy en día.
Por último, fuimos al Museo Vivo de Al-Andalus, dentro de la Torre de la Calahorra. Aprendimos sobre los esplendores de la época musulmana en España. Escuchamos sobre tres figuras históricas que hablaban de que su concepto de la religión era inclusivo en lugar exclusivo y de apreciar el amor a Dios. Fuimos a la parte alta de la torre para mirar la vista de la ciudad. Para terminar el día, atravesamos el Puente Romano a la puesta de sol, disfrutando del buen ambiente de la ciudad por última vez antes de salir para Granada mañana por la mañana.