Las misiones que quedan en California representan un capítulo dinámico de nuestro pasado. Cuando contemplamos las ruinas, sus gigantes pasillos arqueados y sus torres elegantes, se nos viene a la mente esta pregunta: ¿Cuál es el origen de estas estructuras hermosas? Para encontrar la respuesta, es necesario volver al pasado, al apogeo de la colonización hispánica de Norteamérica.
Las misiones surgieron alrededor de 1760, cuando la corona española se embarcó en la colonización de California. En la mayor parte, fueron establecidas por sacerdotes católicos que trataban de hacer a la población indígena asimilarse al cristianismo y al sistema español de agricultura. Además, los sacerdotes usaban la labor forzada de los indígenas en sus campos para ganar beneficios para la corona. Aunque los líderes indígenas resistieron energéticamente los intentos españoles de esclavizar a sus aldeas, miles de hombres, mujeres, y niños fueron obligados a trabajar, y los que se resistieron al bautismo fueron brutalmente asesinados. De este modo, las misiones nacieron en un ambiente de carnicería y animosidad; sin embargo, gradualmente empezaron a florecer como centros de educación, espiritualidad, y cultura.
Aunque todas poseen sus características únicas, las misiones tienen varias cualidades en común en cuanto a la arquitectura. Por ejemplo, cada misión tiene un patio ancho situado en medio de estructuras hechas de adobe y barro. También, todas poseen el elemento más importante–una fuente que representa la juventud. Una fuente exquisitamente decorada demuestra que la misión fue un lugar próspero; una menos intricada sugiere que la misión no fue tan exitosa como las otras.
Hay veintiuna misiones en California: entre ellas, la Misión de Santa Clara de Asis, la de San Juan Bautista, la de San Francisco Solano, la de Santa Barbara, y la de San Luis Obispo de Tolosa. Como muchas de ellas, éstas se encuentran en cuidades con el mismo nombre. La misión de San Luis Obispo es la más reconocida, y está situada en la costa central del estado. Fundada por Junipero Serra, uno de los sacerdotes más famosos de la historia de la colonización española, fue la quinta misión que se construyó en el estado. Hoy en día, es conocida en particular por su belleza única y su fuente resplandeciente. Esta fuente es la más adornada de todas y sirve como testimonio de la opulencia del sitio. Otra misión famosa es la Misión de Santa Clara de Asis, que hoy está situada en la Universidad de Santa Clara. Ésta se conoce como la misión que llevó a cabo más bautismos de la población indígena y que dio lugar al establecimiento de la Universidad de Santa Clara, además de ser un sitio popular de matrimonios.
Las misiones de California son las mejores preservadas del mundo. Pero hay que preguntarse ¿por qué es tan importante la conservación de estas bellezas? Cuando se contempla una misión, se puede ver la mezcla de la cultura española y la indígena, lo cristiano y lo pagano. Las misiones nos hacen recordar que tenemos un pasado rico y hermoso, aunque manchado con las cicatrices del choque cultural, y que es nuestra responsabilidad preservar este pasado para la posteridad.
Fuentes:
California Missions Foundation. “Mission San Luis Obispo de Tolosa.” California Missions Foundation. N.p., n.d. Web. 17 Sept. 2015. <http://www.californiamissionsfoundation.org/mission-san-luis-obispo.html>.
California Missions Resource Center. “California Mission Visitor Information.” missionsCalifornia.com. Pentacle Press, n.d. Web. 17 Sept. 2015. <http://www.seecalifornia.com/missions/directory.html>.
Pugh, Teresa. “History of Mission Santa Clara de Asis.” scu.com. SCU, n.d. Web. 17 Sept. 2015. <http://www.scu.edu/visitors/mission/history.cfm>