“Estrellita” escrita por Manuel Ponce en 1912 es una canción mexicana famosa. Ponce, un compositor mexicano también muy famosa, siempre exploraba dos estilos en su música. Por un lado, a él le interesaba mucho la música impresionista y moderna, de la que había aprendido en Europa donde estudió dos veces. Por otro lado, él pasó la mayoría de su vida en México, donde nació y aprendió la música tradicional del país. Por eso, su música refleja estos dos lados de su identidad—su interés en música nueva pero también su cultura y tradición.
En mi opinión, “Estrellita” es su canción más famosa porque es la mejor mezcla de los dos estilos, y estos dos estilos se pueden representar con muchos instrumentos diferentes. Ponce destinó que esta canción se cantara, pero la canción estalló a la fama cuando Jascha Heifetz, un violinista famoso de los estados unidos tocó esta pieza con el piano. En esta versión, el piano refleja muy bien el estilo impresionismo, como Debussy, pero el violín tiene la pasión, el amor, y la belleza que están asociados con la cultura mexicana. Heifetz tocó esta versión en 1928, y después de esta ocasión, esta canción influyó más obras de arte mexicanas.
Una de ellas es Como agua para chocolate, una novela escrita por Laura Esquivel, que estoy leyendo en la clase de “Literatura y film hispanohablante.” Esta obra explora los temas de la familia, el amor, y la tradición en un estilo que compara la comida con las emociones de los personajes del libro, a menudo Tita. Tita es la protagonista de la novela, y ella no puede casarse con nadie porque necesita cuidar a su mamá según una tradición de la familia. Por eso, su novio casa con su hermana, y cuando la mamá de Tita muere, Tita tiene que encontrar un equilibrio entre su familia y su amor. En una sección importante de la novela, el amor de Tita, Pedro, canta “Estrellita” cuando está declarando su amor para ella. Esquivel incorpora esta canción bella en la novela porque la canción refleja el amor y la tensión entre los dos personajes. La canción tiene partes felices y partes tristes, esperanzadas y consternadas, y bellas y oscuras. La canción refleja los temas en la novela muy bien porque Tita y Pedro siempre tienen una relación inestable. A veces, los dos son enamorados el uno del otro, pero hace un día, los dos tienen que separarse por Mamá Elena. La única cosa que mantiene durante la novela es el amor entre Tita y Pedro que nunca termina, y toda la canción tiene un tono de pasión, aunque hay partes inestables.
Quería tocar esta pieza en mi violonchelo por dos razones. Primero, me encantaba la emoción de la pieza, y quería aprender cómo introducir la emoción en mi estilo de tocar. Segundo, aprecio la cultura méxicana y pensaba que tocar esta pieza podía ayudarme a comprender mejor lo que Esquivel quería decir en su novela y lo que esta música significa para la cultura mexicana. Pienso que tocando esta pieza me enseña me una cosa. Como Pedro dice, no debe pensar si se enamora a alguien. En esta manera, no podía forzar la pasión en mi grabación. Necesito dejarla viene de un lugar original.