Californio (n): un descendiente de personas hispanas nativas de California antes del siglo dieciocho.
Estas personas han experimentado todo el cambio y crecimiento del estado diverso que nosotros ahora habitamos. En San Francisco, hay un restaurante que lleva el nombre de este grupo: Californios, en el 3115 de la calle 22. El restaurante trata de continuar el legado de comida que los californios nos dejaron y que se ha visto influenciado por todas las personas que han venido a California.
Californios fue creado por un chef tejano, Val M. Cantu, que recibió unos premios culinarios incluyendo el de “Food and Wine Magazine” por considerarlo como uno de los mejores nuevos chefs en los Estados Unidos en 2017. El restaurante cuesta más o menos doscientos dólares por persona antes de impuestos y del cargo por servicio, pero la calidad del restaurante de verdad vale el precio.
Desde el momento en que se entra al restaurante (que no tiene nada adelante aparte de un logo y el número del edificio), se da uno cuenta de que Californios y su personal no sirven un plato sino más bien una experiencia. El piso y las paredes son completamente negros y están decorados con unas pinturas de arte moderno, un estante para libros, y unas lámparas lujosas que cuelgan del techo negro y dan toda la iluminación al restaurante.
El restaurante y sus motivos son completamente obvios y claros. No es solo el nombre sino también el hecho de que los chefs creen la comida detrás de un mostrador que parece un bar pero es algo completamente diferente; es como estar enfrente de una exhibición de talento culinario refinado.
“Con nuestro restaurante, no mezclamos cocinas. Como restaurante, queremos mantenernos fieles a donde estamos”, nos dijo Casey Kusaka, el gerente del restaurante. “Estamos en California y queremos hacer cocina mexicana, así que tratamos de construir sobre los cimientos de la cocina mexicana en California.”
Cuando uno se sienta, se recibe un sobre negro que contiene un menú semi-personalizado y estacional; generalmente, el menú tendrá aproximadamente 20 platos comenzado con una agua fresca de una fruta de temporada (ahora es piña). Se divide el menú en cuatro partes: una introducción, los platos pequeños, los platos principales y los postres, cada una separada por un sorbete.
Los platos también tienen verduras y frutas de una granja en Santa Rosa que se llama “Tierra Vegetables Farm”. Cada plato—desde la reimaginación de un chicharrón (que es de cebada negra en vez de cerdo) con queso de cabra y salsa de pimiento habanero, hasta una tostada de masa peruana con aguacate y frambuesa, o ceviches de jícama con pera y semillas de granada, o una crema chiboust con mantequilla de pistacho, naranja, y lima—tiene una mezcla de ingredientes que se añaden sabor entre ellos. En combinación, los veinte platos son el tamaño perfecto y dejan a las personas satisfechas.
Para resumir, a pesar de su precio alto, Californios es un restaurante que cumple su promesa de servir una experiencia completa y auténticamente californiana.